viernes, 30 de abril de 2010
IX Feria internacional del disco de Barcelona
Este fin de semana en la estación del Norte se celebra la IX Feria internacional del disco de Barcelona.
Hace años que no asisto a ninguna feria del disco, la última a la que fui se celebró en marzo de 2004 y mas que por ir a verla fui porque en aquella feria se anunció que los Bravos darían un concierto con motivo de la publicación del libro "Los Bravos: Recuerdos de una leyenda" de Guzmán Alonso Moreno. Una biografía excelente que recomiendo a todos los seguidores del grupo.
Durante mediados de los años 80 y principios de los 90 las ferias del disco alcanzaron su momento de esplendor. Los viernes se formaban enormes colas en el Born y en Montjuic para poder entrar al recinto ferial ya que era la ocasión en la que podías encontrar aquellos discos raros que buscabas desde hacía años inspeccionando los miles de discos que las tiendas de toda Europa y Estados Unidos ponían a disposición de los visitantes.
Pasear por entre aquellos stands era una pura delicia, una especie de síndrome de Stendhal, antes de que conociéramos el significado de dicho término, ya que ante nuestra vista y a ambos lados de cada pasillo del recinto se mostraban hileras interminables de tiendas de discos de todo el mundo repletas de singles y Lps promociónales, prensajes de prueba, vinilos de colores, ediciones foráneas o discos piratas que raramente se podían ver en las tiendas de discos habituales del centro de Barcelona.
Con el tiempo y debido al desconocimiento que muchas de las tiendas de discos tenían del material que vendían y al deseo de alguno de sus propietarios de ganar dinero fácil a costa del incauto coleccionista, o de quienes hacían su colección de discos a golpe de talonario, se produjo una escalada en los precios de los discos que los hizo alcanzar cifras astronómicas.
El problema es que esa subida en los precios de los discos afectó a todos los discos en cuestión y, aunque había discos que si que merecían ese precio debido a su rareza, muchos otros que eran la mar de comunes o no tenían ningún tipo de valor desde el punto de vista musical también empezaron a venderse a precios irracionales con la excusa que eran discos antiguos. La codicia imparable de algunas tiendas hizo que se vendieran cdrs (es decir cds grabados con portada fotocopiada) de discos piratas, muchos de ellos con una calidad de sonido muy mala, a precios muy superiores a los de un cd original
Como era de esperar esta subida descontrolada en los precios de los discos generó una burbuja discográfica que con la llegada de las sucesivas crisis del sector y la aparición de Internet, e-bay, los programas P2P y los enlaces de descarga directa terminó estallando e hiriendo de muerte a este tipo de ferias que acabaron espaciando sus apariciones o reduciendo el número de días en que se organizaban.
Hoy en día por fin ha habido una cierta regularización en el sector y los precios de la mayoría de los discos han caído en picado aunque los grupos establecidos como los Beatles, los Stones, Police, etc siguen teniendo precios acordes a su status dentro del mundo de la música.
Recuerdo que hace años cuando solía ir a las ferias del disco yo tenia una especie de índice bursátil particular que me ayudaba a ver si seguía habiendo una tendencia alcista o no en el mercado discográfico.
Había una tienda de discos que cada año tenía en su stand un disco de un grupo español de los años 70 (del que no diré el nombre por respeto a dicho grupo) a un precio totalmente desorbitado ya que no se trataba de grupo muy conocido ni era un disco que tuviera una gran demanda entre los coleccionistas de vinilo.
Sin embargo, cada año el propietario iba incrementando el precio del disco que obviamente seguía sin vender ya que no tenia ningún sentido el precio estratosférico que le iba poniendo año tras año.
Así que cada año cuando se abrían las puertas de la Feria del disco me dirigía invariablemente a esa tienda, examinaba el disco y le preguntaba al vendedor ¿Qué precio tiene? Según su respuesta ya me hacia una idea de las fluctuaciones del mercado y podía intuir si, en general, los discos ese año seguirían teniendo precios cada vez más altos o si se mantendrían con respecto al año pasado, y la verdad es que ese baremo no me falló jamás porque se veía luego reflejado en el resto de stands.
Seis años después de mi ultima visita a aquella feria tengo curiosidad mañana por volver a aquella tienda, buscar el disco que os comento y preguntar qué precio tiene. Es posible que la fe inquebrantable del vendedor en el valor de ese disco haya hecho que haya continuado subiendo su valor a lo largo de todos estos años, puede incluso que se haya vendido o que siguiendo los dictados del mercado haya tenido que bajarlo de precio.
La semana que viene os digo la respuesta.
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También existe la posibilidad que absolutamente nadie pregunte por el susodicho disco durante todo el año, exceptuando un solo día -precisamente uno de los días de la feria - y que el vendedor ya sepa que por tradición una persona se le acercará a preguntar por el mencionado disco y el se dedica a subir el precio por seguir la historia. Mira si va a resultar que es un jueguecito a dos y hay uno que todavía no se ha enterado...Si después de estos años al vendedor se le humedecen los ojos de emoción, los tiros van por ahí.
ResponderEliminarJajajaja, como eres Magda.
ResponderEliminarTu teoría es interesante, verosimil y con una cierta lógica interna, aunque hay un detalle que no he indicado antes. :-)
En esa tienda no estaban vendiendo siempre las mismas personas así que no siempre le preguntaba por el precio del disco al mismo vendedor. Además esa tienda también vendía otros discos similares de lo más común a precios absolutamente desorbitados.
De todos modos, mañana cuando le vuelva a preguntar por el disco, si aún lo tienen, me fijaré en si se le escapa alguna lagrimilla al vendedor. ;-)